- Juan Méndez Varo -
La Comisión Europea informó este mes de noviembre del registro del ‘mollete de Antequera’ como denominación de origen protegida, en la categoría de Indicación Geográfica Protegida (IGP). Esta distinción supone que al menos uno de los estadios de producción, transformación y elaboración del producto ha tenido lugar en el área a la que se refiere la denominación.
En el mes de marzo de 2009 se dieron a conocer los proyectos y actuaciones que el Ayuntamiento de Écija llevaría a cabo gracias a la inclusión de los mismos en el Programa FEIL (Fondo Estatal de Inversión Local).
En los años cincuenta del siglo XX y obtenidas las autorizaciones administrativas oportunas, los hermanos José y Antonio García Castilla promovieron la explotación de áridos del río Genil, mediante barcas de remos; una actividad que mantuvieron hasta el año 1972.
La calle Mas y Prat, antes Zapatería, es una de las calles clásicas del casco antiguo de la ciudad y, por consiguiente, de gran actividad mercantil. El comercio del centro se resiente desde hace algunos años y esta vía, que comunica la Plaza Mayor con la calle Santa Cruz, no iba a ser una excepción. No obstante, a pesar de los nuevos tiempos, los comerciantes luchan por el mantenimiento del comercio tradicional, pese a los avatares de las nuevas formas de vida.
En la fotografía que ilustra este trabajo podemos contemplar una de las calles más populares de la ciudad de Écija a la que se accede por la Plaza de España (el salón). En dicha instantánea observamos el edificio perteneciente al famoso Bazar Ecijano propiedad de don Antonio González.
El himno a Écija compuesto musicalmente por D. Miguel Tena y letra de D. Antonio Morales Martín, fue aprobado oficialmente por la Corporación Municipal en sesión plenaria celebrada el día 30 de diciembre de 1955.La obra que se conserva en su archivo municipal tiene una dedicatoria conjunta de los referidos autores con este tenor:
No suele concederse a los establecimientos públicos ecijanos el valor ambiental que dan a la ciudad, entre ellos, los dedicados al ramo de confección, alimentación, ferretería. En nuestra ciudad han desaparecido, en las últimas décadas, muchos de estos establecimientos históricos.
A unos dos kilómetros río arriba, en la carretera de Écija a Herrera, en un remanso tranquilo del río Genil, que tenía las condiciones ideales para el baño, encontraron los ecijanos durante varios años un lugar delicioso para combatir las altas temperaturas de los meses de estío. El ambiente era grato y casi hogareño.
Los comercios tradicionales del casco histórico de la ciudad de Écija, como también en otras ciudades, son negocios familiares que poseían un local en propiedad y con una clientela bastante fiel. La falta de continuidad en sus herederos, la fuerte competencia de las marcas nacionales e internacionales y el auge de las ventas en plataformas de internet están poniendo la piqueta de este formato que, requiere de planes directores que lo preserven.
La Asociación Nacional de Inválidos Civiles (ANIC) poseía en Écija una delegación, con unos cincuenta y cinco socios. Su delegada Rafalita Campoy Rueda, tomó posesión de su cargo el día 14 de julio de 1962.