En el año 1911, en que se efectuó una nueva demarcación parroquial en Écija, los límites habían quedados perfectamente marcados al extinguirse las parroquias de San Juan, que se integra en la de San Gil y la de Santa Bárbara, que pasa a depender de la de Santa María.
Como consecuencia de la edificación de la barriada Beato Francisco Díaz, parte de la referida barriada quedó en la antigua estación de ferrocarril “Pinichi” y parte, unas 50 casas, quedaron emplazadas en el lado izquierdo de dicho camino de la “Coja”, lugar donde se emplaza la collación de Santa María. La propuesta del párroco de Santa María era que unas cincuenta viviendas estaban perfectamente delimitadas y la razón que se aduce es “ser difícil su separación de las demás, pues precisamente el antiguo camino de la “Coja” es hoy la Plaza principal de dicha nueva barriada, pudiéndose tratarse, sin lugar a duda, una perfecta línea divisoria” (Archivo Parroquial de Sta. María, legajo 107, oficio de fecha 21 de noviembre de 1964).Ramón Freire Gálvez (1952-2020)
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