La calle El Rubio, que en estos momentos está siendo reordenada a través de unas obras del Plan de Fomento del Empleo Agrario (PFEA) 2021-2022, pasará a denominarse en unos meses como calle de José Antonio Rodríguez “Melenas”, uno de los primeros jugadores del fútbol ecijano que militó en la Primera División con el conjunto del Real Betis Balompié.
Así fue aprobado el pasado mes de abril por el pleno de la Corporación Municipal de Écija, que acordó por unanimidad la nueva rotulación de la calle, la cual, está previsto que se lleve a cabo durante la primera quincena del mes de septiembre en una vía que se encuentra entre unas de las entradas al Estadio Municipal San Pablo y el CEIP Miguel de Cervantes, que el delantero “Melenas” conoce muy bien como integrante de los equipos inferiores del Juventud de Écija.
Una calle, que se encuentra en estos momentos en obras para acondicionar la vía a plataforma única y ordenar los acerados para dar cabida a dieciocho plazas de aparcamientos, una actuación que se prevé que finalice para la segunda quincena de este próximo mes de junio.
José Antonio Rodríguez Álvarez “Melenas”, nacido en la ciudad de Écija, el 8 de diciembre de 1966, comenzando su actividad futbolística en el Juventud de Écija, del que se saldría con 16 años para incorporarse a la cantera verdiblanca, donde destacó en el equipo juvenil y en el Betis Deportivo.
Debutando con el primer equipo del Real Betis Balompié, un primero de mayo de 1985, en un partido amistoso que se disputó en el Municipal de San Pablo contra el Juventud de Écija, al que le marco dos de los siete tantos de los béticos; mientras que su debut en partido oficial se producía un de abril de 1987 en el Estadio Benito Villamarín contra el Cádiz C.F., un encuentro en el que salió de titular en la delantera verdiblanca, siendo el autor del primer tanto – minuto 9 – de los cuatro que el Betis hizo a los amarillos.
Un tramo final de esa temporada, en la que intervino en un total de 10 partidos, haciendo 3 goles, por lo que en la temporada siguiente pasó a formar parte de la primera plantilla bética a las órdenes del británico John Mortimore; siendo esta su mejor etapa como verdiblanco, con 4 goles en Liga y 1 en Copa del Rey.
En la campaña 1988-89 fue cedido al Recreativo de Huelva, marcando 11 tantos en 37 partidos, por lo que en la 1989-90 volvió al primer equipo verdiblanco, en la que sería su última temporada en el conjunto bético, pues en la siguiente campaña fichó por el Palamós.
Jugando posteriormente en diversos equipos andaluces, extremeños y castellanos manchegos – Jerez, Extremadura, Badajoz, Toledo, Córdoba y San Pedro – hasta su retirada definitiva en la temporada 1997-98.
