El salón de actos y plenos del Palacio de Benamejí (sede del Museo Histórico Municipal), acogió en la mañana del pasado domingo, 12 de marzo, el acto de entrega de la vigésima tercera edición de los Premios en Defensa del Patrimonio Histórico Artístico que concede anualmente la Asociación de Amigos de Écija.
En total, se entregaron siete soles y otras tantas menciones, que reconocen a las personas, entidades, empresas y trabajos locales, entre los que destacan en esta edición los reconocimientos a la construcción de la Casa Hermandad de Confalón, la restauración de las imágenes del Cristo de la Yedra y la Virgen de Caridad, o el certamen de relatos “El Mundo Esférico” que convoca cada año el Instituto de Enseñanza Secundaria “Nicolás Copérnico”, son algunos de los galardonados en esta edición.
En la que, en el apartado soles, se reconocía las obras realizadas en tres viviendas unifamiliares que se ubican en la calle Comedias, Palomar y Lucas, además se galardonó con el Premio en Defensa del Patrimonio Histórico Artístico, el edificio Vesta 01, que se sitúa en la avenida María Auxiliadora.
Mientras que los trabajos de los elementos patrimoniales o su entorno, se premiaba la restauración de la portada Fernández de Bobadilla, del siglo XVIII, que se ubica en la calle Juan de Ángulo. También recibirá una distinción la Casa Palacio de los Palma, en la calle Espíritu Santo, y por último, la obra que ha supuesto la construcción de la Casa Hermandad de Confalón, en la Iglesia de La Victoria.
Con respecto al apartado restauración del Arte Sacro, Amigos de Écija entregaba sus menciones a los trabajos de restauración de las imágenes del Santísimo Cristo de la Yedra y de Nuestra Señora de la Caridad; mientras que en el fomento de la Literatura, se galardonaba el certamen de relatos “El Mundo Esférico”, que promueve desde hace dos décadas el IES “Nicolás Copérnico”.
En el patrimonio gastronómico, la asociación de nuestra ciudad reconoció los roscos “El Confalón”, una empresa familiar que ha sabido hacer del producto de acompañamiento como es el rosco, su seña de identidad, el cual se distribuye por gran parte del país.
La labor de conservación y perseveración del patrimonio local, Amigos de Écija, reconocía al arquitecto Javier Madero Garfias, y el trabajo como restauradora de Azahara Lora. Mientras que el artesano del año se entregaba a Antonio Marín García, de la empresa Tatuajes Kini, y como el personaje del año, Rafael Fernández “Rafa”, por su labor en la enseñanza del deporte del fútbol a los más pequeños. Por último, en el apartado de los premios arquitectónicos, se reconocieron aquellas obras que se finalizaron durante el 2022.