La sala de exposiciones temporales del Museo Histórico Municipal (Palacio de Benamejí) de Écija, acogerá hasta 15 de junio una exposición de fotografía intervenida y pintura de los hermanos Luis y Fernando Roldán.
Una exposición individual de cada uno de ellos , titulada ‘Lo invisible. Más allá’, la cual será inaugurada al mediodía de este sábado 17 de mayo con un acto informal que contará con la presencia de los propios artistas.
Aparte de lo consanguíneo, nada es coincidente en el lenguaje plástico de los dos artistas –ni en el concepto ni en la realización técnica de las obras–, aunque ambos muestran una extraordinaria fascinación por "algo" que no se percibe a simple vista. “¿Cómo describir lo no visto, la irrealidad que habita el mundo o lo real que tiene su asiento en el centro del pecho?”, plantean…
Lo invisible da título a la muestra de Luis Roldán: una veintena de fotografías intervenidas, de mediano formato, generalmente agrupadas en series, que muestran la transformación de las imágenes en su realidad más íntima. Una labor de metamorfosis que se desarrolla en una interioridad singular a modo de crisálida protectora. Luis, principalmente por medio de la acuarela, quita y da color e interviene sus obras como un alquimista de emociones, para ir diluyendo sus paisajes y naturalezas en un éter hasta hacerlas desaparecer, dando lugar al nacimiento de algo nuevo. Un trabajo que evoluciona desde la figuración a la abstracción, pasando por el corazón, y permite al espectador ver de dónde surge lo que no ve, “Lo mismo que el hielo se convierte en agua y el agua en vapor, y el vapor se disuelve y se hace invisible en el aire” (...) Un proceso intuitivo, libre, espontáneo y puro, alejado de cualquier convencionalismo.
Más allá es una exposición basada en el libro ‘Yo soy eso de sir Nisargadatta Maharaj’, en la que Fernando Roldán muestra unas treinta piezas, entre dibujos, acuarelas, óleos y objetos escultóricos. Después de mucho tiempo dedicado a mostrar el trabajo de tantos otros artistas, ahora presenta su verdadera vocación; la creación artística. Inspirado en el citado maestro hindú, trata de poner imágenes a la inquietud que sugieren las palabras del sabio. Pinta objetos como si de cuadros se trataran y trabaja los lienzos como objetos. A través de la pintura provee a dichos elementos –encontrados, abandonados e inútiles– de un traje de colores para una nueva experiencia de inutilidad: para su contemplación. Cómo dice Maharaj: “Todo lo que es perceptible es transitorio, y, por consiguiente, irreal” (…)
