Inicio este capítulo, con referencia a Santa Florentina, advocación, que, salvo mejor criterio, junto a la Virgen del Valle, Patrona de Écija, han sido, a lo largo de los siglos, las dos que más admiración, ruegos, peticiones y promesas han tenido en nuestra Ciudad, hasta el extremo que de algunas publicaciones, se deduce que Santa Florentina pudo llegar a ser considerada Patrona de la Ciudad de Écija, título que finalmente recayó en la Virgen del Valle, imagen que precisamente fue recibida por aquella Santa, como regalo de su hermano San Leandro, Arzobispo de Sevilla y ambos santos, juntos a sus hermanos San Isidoro (también arzobispo de Sevilla) y San Fulgencio (Obispo que fue de Écija), titulados los cuatro santos de Cartagena, tienen reconocida su importancia en esta tierra andaluza.

La llegada a la Corporación Municipal de Manuel Gómez García, y especialmente como delegado de la Policía Municipal, marcará un hito importante en este cuerpo. Además de organizar la festividad del Patrón, creándose por primera vez unas jornadas de convivencia y camaradería, trajo consigo, ya no sólo la asignación de unas pagas extraordinarias, sino el incremento paulatino de sus salarios, por aquel tiempo irrisorios.
Iniciamos esta capítulo con una noticia, publicitaria, pero muy curiosa y relativa al calor, o a la calor de Écija. La encontramos en la Hoja del Lunes de Barcelona del día 11 de Diciembre de 1978 (relativamente reciente), aportando una fotografía de Écija y otra de Soria y dice en su titular: