A las veintitrés horas de ayer domingo 16 de septiembre, se inició el tradicional espectáculo de los fuegos artificiales que puso un año más el punto final a la Feria de Écija, una edición de 2018 que pasará a la historia por su tranquilidad y buen ambiente en el recinto ferial de la Alcarrachela, salvo por la tormenta del pasado sábado que deslucía un poco la tarde-noche.
Según han informado fuentes municipales, la feria de este año se ha desarrollado con tranquilidad y sin incidentes destacables salvo los provocados por la tormenta y las típicas riñas y peleas entre personas, fruto de la ingestión de alcohol.
A falta de conocerse los datos oficiales, la asistencia parece que está en la media de los últimos años, en la que numerosos ciudadanos y familias de la ciudad de las torres aprovechan estos días para realizar sus vacaciones veraniegas o llevar a cabo su última escapada a la playa o la sierra, antes que entre el otoño.






