La Asociación Amigos de Écija denuncia el estado en qué se encuentran las fuentes ornamentales de la ciudad y solicita la reactivación y el mantenimiento de las mismas, las cuales llevan años apagadas o en estado de abandono.
Según informan desde Amigos de Écija, la asociación ha presentado un escrito en el registro municipal dirigido al Área de Urbanismo, Obras Públicas y Movilidad del Ayuntamiento de Écija, solicitando la recuperación y mantenimiento de estas fuentes ornamentales –algunas datan del siglo XVI– con el objetivo de contribuir a embellecer el entorno urbano, mejorar el confort ciudadano y potenciar la atracción turística.
Entre las fuentes que actualmente están inactivas, la asociación cita las ubicadas en la Plaza de España, Plaza de San Juan, Plaza de Colón, Plaza del Matadero, Puerta Cerrada, calle Estepa, calle Cadenas, en la esquina de calle San Juan Bosco con calle El Carmen y distintos parques como San Pablo (con ocho fuentes), Infantil, Parque Luis Vélez de Guevara o en el Parque de Andalucía además de varias rotondas como la glorieta en calle Merinos (barrera Felipe Campuzano) y avenidas principales como las dos fuentes en glorietas de Avenida del Genil. La única excepción, señala, es la del barrio de Cañato, que funciona de manera parcial.
En este sentido, Amigos de Écija recuerda que el agua en movimiento no solo tiene un valor estético y cultural, sino que también ayuda a mitigar el efecto de “isla de calor urbana”, refrescando el ambiente en los días de altas temperaturas y ofreciendo espacios más agradables tanto para vecinos como para visitantes. Asimismo, destacan que las fuentes favorecen la biodiversidad al atraer aves y otros pequeños animales en busca de agua.
La asociación también admite que el mantenimiento de las fuentes supone un coste económico y un consumo de agua, pero propone soluciones como la instalación de sistemas de recirculación, el uso de iluminación LED de bajo consumo y la regulación de horarios de funcionamiento en función de la climatología.
Por último, Amigos de Écija solicita en el mismo escrito que se incremente el número de fuentes de agua potable en la vía pública, con el objetivo de aliviar los efectos de las olas de calor que cada verano golpean con especial dureza a la ciudad, “cuidar nuestras fuentes es cuidar de nuestro patrimonio y de nuestra calidad de vida”.











