Las torres ecijanas tienen una doble vertiente en su importancia artística. La primera es el conjunto que, en una visión panorámica desde las alturas que rodean la ciudad, aparece a la vista como un atractivo singular por su variedad estructural y decorativa por los distintos ángulos de observación que ofrecen combinaciones diversas entre ellas. La segunda es la individualidad artística de cada una.

Nació en Écija el día 25 de Agosto de 1849, hijo de José María López y Carracedo, natural de Sevilla y de María del Amparo López y Bonal, natural de Écija, casada en segundas nupcias; nieto por línea paterna de Andrés López de Carracedo, natural de Badajoz y de María del Rosario Sánchez, natural de San Fernando (Cádiz) y por línea materna de Antonio López, natural de Potes (Santander) y de María de las Mercedes Bonal, natural de Écija. Fue bautizado en la Parroquia Mayor de Santa Cruz de Écija (Libro 77 de Bautismos).