La lluvia impide la salida procesional de San Pablo Apóstol, Patrón Canónico de la Ciudad de Écija.

San Pablo ApóstolEl Patrón Canónico de la Ciudad de Écija, San Pablo Apóstol, se ha quedado este año en su templo y no ha podido procesional por las calles de su ciudad, debido a las malas condiciones meteorológicas.

Cada 25 de enero y pese a no ser fiesta local en la ciudad astigitana, numerosos ciudadanos y fieles se han concentrado a la hora prevista ante las puertas de la Iglesia de Santa Bárbara, para ver la salida de la imagen San Pablo Apóstol, la cual no se ha producido por la aparición de la lluvia que ha obligado a suspender la Procesión Votiva de San Pablo Apóstol.

Manteniéndose la celebración de la Santa Misa y el acto de la lectura del Milagro de San Pablo Apóstol, que cada año se desarrolla en el interior de la Iglesia Conventual de San Pablo y Santo Domingo, a la que han acudido las autoridades civiles, militares, representante de las hermandades así como numerosos fieles y ciudadanos/as.

Según escrito del pergamino original, del escribano de nuestra ciudad D. Gerónimo de Guzmán el día 20 del mes de Febrero del año 1.436, ocurrió en Écija el siguiente Milagro del Apóstol de Jesucristo Pablo de Tarso, San Pablo.

Apareciese San Pablo a un hijo de "D. Diego Fernández de Carmona, llamado Antón de 14 años de edad, advirtiéndole el apóstol que el Señor, estaba muy airado contra nuestra ciudad, por muchas cosas; en especial por no guardar los días Santos de los Domingos, ni los santificaban; y así mismo porque hacían y consentían muchos juramentos falsos, muchas blasfemias, no hacían caridad, y no hacían limosna a los pobres."

Por todo eso y más, le dice San Pablo "que si no hicieran penitencia, confesasen y comulgasen con devoción y enmendasen dichos vicios y pecados el Señor Jesucristo, mandaría sobre Écija pestilencia grande."

Así selló San Pablo la mano derecha del muchacho atándole los dedos unos con otros, y advirtiéndole que lo hiciera publico y después "fuese al Monasterio de Santo Domingo de la Orden de los Predicadores y que pusiese la mano sobre una cruz situada en dicho templo y que se le abriría y desataría, y se volvería tan sana como la tenía."

Cuando se hiciera público tal milagro el cabildo "ordenó algunas cosas cumplideras al servicio de nuestro Señor y a la enmendación de vicios, y pecados, y provecho del bien común de esta ciudad y mandaron para el martes siguiente fuesen los clérigos de la Universidad con toda la gente de esta dicha ciudad en solemne procesión al dicho Monasterio a rogar a Dios nuestro Señor, tuviese piedad de ellos, y que quisiese demostrar, si era verdad, lo que el dicho mozo decía.

Y otro día fueron en procesión todos los dichos señores con toda la gente común así hombres como mujeres y dicha Misa solemnemente, y hecho Sermón, tomaron la Cruz del dicho monasterio algunos religiosos de el, y algunos clérigos con mucha reverencia, y poniéndole en medio del Altar Mayor, y el dicho mozo fue delante, e hincadas de rodillas llegó con la mano a la manzana de la cruz, y subiendo arriba por ella, llegando a la imagen de Nuestros Señor, que esta en la dicha cruz, abrió la mano y tornase tan buena y sana, como antes la tenía. Lo cual fue visto por toda la gente.

Y de esto según pasó, yo el dicho escribano a perdimiento de todos los señores, día de ello testimonio. Y en memoria de este tan milagro, y porque por el parece, que el Glorioso Apóstol Señor S. Pablo es Patrón y tiene señalado cuidado de esta Ciudad. Así acordaron los susodichos señores hacer cada año una procesión el día de la conversión de S. Pablo que cae a 25 días de mes de Enero; en el cual todos los Regidores viniesen con candelas en las manos, y todo el Pueblo viniese con devoción a éste glorioso bienaventurado Patrón, de lo cual hicieron voto a Dios.

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