Finalmente, fueron las torres de San Juan y La Victoria, los palacios de Peñaflor y Benamejí, más la fuente de la plaza de Colón, los lugares y edificios monumentales emblemáticos de la ciudad astigitana, los que se iluminaron anoche de rojo con motivo del Día Internacional del Síndrome 22q11.
Se trata de una iniciativa europea que se lleva a cabo cada 22 de noviembre desde 2018, bajo la denominación de "Luces por el 22q / Lighting the 22q", con la que se quiere visibilizar a los enfermos, familiares y asociaciones que luchan diariamente contra el Síndrome 22q.11.
Una enfermedad que está considerada rara o de baja prevalencia, principal motivo del desconocimiento social del Síndrome 22q.11, en la que las manifestaciones clínicas de posibles anomalías pueden llegar a ser más de 180.
Estando entre las más frecuentes, las anomalías cardiacas congénitas, trastornos del sistema inmune, tendencia a la hipocalcemia, dificultades de específicas de aprendizajes, déficit auditivo, también puede presentarse particularidades en su desarrollo psicomotor, retraso en la adquisición y desarrollo del lenguaje y diversas manifestaciones clínicas relacionadas con la salud mental, como la esquizofrenia.