Hoy, día grande para los ecijanos y muchos vecinos de la comarca, con motivo de la festividad de la Santísima Virgen del Valle, patrona de nuestra ciudad, cuya veneración viene refrendada desde hace muchos siglos, me compete a mí dar el parte médico de mi estado, consecuencia de que mi secretario, aunque ecijano, no es ecijanista (que como muchos sabéis no es igual) y aprovechando uno de los tres puentes que tiene por convenio, se ha ido, primero a Sevilla para comprar en Ikea o El Corte Inglés y después seguir hacia la playa, aprovechando el puente, pero como decía, es ecijano pero no ecijanista.

Ya se incorporó el Secretario de mi marquesado y es a él a quien corresponde dar el parte médico, que es como sigue:
Como es normal, primero el parte médico, porque aunque sabía que tenía el aprecio de muchos de mis conciudadanos, cuando he empezado a salir a la calle, me doy cuenta que me había quedado no corto, sino cortísimo. Un ejemplo. En 3 kilómetros, aproximadamente, que es lo que ando por la mañana, he tardado cerca de dos horas, motivado por la cantidad de paradas, besos y abrazos de mis amiga/os ecijanos, como para que yo no me vuelque con todos, a los que siempre estaré eternamente agradecido.
Voy a empezar, como es lógico por dar el parte médico, pues mi Secretario (desde que se metieron los sindicatos por medio) tiene vacaciones en agosto y no puede encargarse de ello. Por cierto, que hoy hace 45 años que tomé posesión de mi puesto en el Juzgado de Instrucción de Vélez-Málaga, que fue mi primer destino y tiene huevos la cosa, en 45 años no me he dado de baja un solo día, pues una vez que tuve un pinzamiento en la espalda que me dejó encamado unos días, me pilló de vacaciones y ahora que llevo seis meses jubilado, he recibido una cornada, como dice mi amigo El Ecijano, de las grandes.
