El grupo municipal Izquierda Unida-Podemos en el Ayuntamiento de Écija, expresa a través de una nota de prensa su profunda preocupación por “el modelo urbanístico sin alma ni conciencia climática en la calle José Herráinz Caraballo”, recientemente reabierta a la circulación.
“Consideramos que este tipo de intervenciones van en la dirección opuesta a lo que una ciudad como Écija necesita en plena emergencia climática”, señala el grupo municipal en la nota.
En la que manifiesta, que la imagen de la calle es completamente asfaltada, rodeada de cemento y sin un solo árbol, sombra, zona verde o elemento natural que ayude a mitigar el efecto “isla de calor” que tanto sufrimos en nuestra ciudad. “Donde las temperaturas pueden superar con facilidad los 45°C durante los veranos y donde el cambio climático ya es una realidad palpable, urbanizar sin pensar en el confort térmico es una irresponsabilidad política y técnica”.
Según datos del Observatorio de la Sostenibilidad y la Agencia Estatal de Meteorología, Écija se encuentra entre los municipios andaluces más vulnerables al calentamiento global, y cada metro cuadrado de asfalto sin sombra contribuye a agravar este problema, indican desde el grupo de IU-Podemos.
El cual, se pregunta ¿Dónde está el criterio ecológico? ¿Dónde están los árboles? ¿Dónde está la planificación climáticamente responsable?, para combatir el cambio climático “no es solamente hacer carriles bici o hablar de sostenibilidad en discursos. Es también –y sobre todo– apostar por un urbanismo humano, adaptado al clima, que piense en las personas y en su bienestar térmico. Esta calle, recién inaugurada, es un claro ejemplo de lo contrario: un corredor de cemento y alquitrán, sin un solo respiro verde”.
Por último, desde la confluencia de los dos grupos de izquierda, se reclama un cambio de modelo para una ciudad que quieren que “plante árboles en vez de farolas sin obras como esta que es una agresión climática en plena crisis ambiental. Es hora de dejar atrás el urbanismo del siglo XX y apostar, de verdad, por la transición ecológica. Lo contrario es seguir pavimentando el futuro con más calor y más sufrimiento”.