El cura de la Parroquia Santa María la Blanca de la localidad sevillana de La Campana, Miguel Morilla, se despidió el pasado martes del pueblo que lo recibió hace cuatro años con "la paz y la tranquilidad de que mi nombre queda libre de toda acusación" de una "minoría" y ha pedido a los vecinos, que han creado hasta una comisión para "intentar" que no fuera trasladado, que acojan al nuevo párroco, José Luis López Reyes, "con el mismo amor que a mí". "No lo juzguéis, apoyadlo", ha dicho.