Sigo mi peregrinar periodístico, en esta primavera ecijana que nos ilumina, con una noticia deportiva encontrada, que me llamó poderosamente la atención, pues yo creía que, en Écija, fui, junto con varios amigos míos, uno de los primeros en practicar el tenis. Que ilusión más vana la mía, pues si yo pensé así porque jugaba a ello en el año de 1968, qué pensarían los que jugaban en 1930. Aparece la noticia en La Voz del domingo 28 de Diciembre de 1930 y dice así:
La Real y Fervorosa Hermandad y Cofradía de Penitencia del Bienaventurado San Francisco de Paula, Sagrada Columna y Azotes, Santísimo Cristo de Confalón y Nuestra Señora de la Esperanza, establecida canónicamente en la iglesia del antiguo convento que perteneció hasta la exclaustración a la Orden de Mínimos de San Francisco de Paula venía celebrando los tradicionales cultos a sus Titulares.
(A mi padre y a mi hermano Jesús, costaleros en el cielo, de la remúa del Señor de la Sangre)
MOTIVACION: ¿Y ahora qué? Coincidencia o no, cuando me dispongo a dar luz al presente artículo, me acuerdo que, exactamente hoy, hace 27 años (01-abril-1990) ofrecí a la Écija cofrade el pregón de nuestra Semana Santa. Y precisamente ese ¿ahora qué? fueron las dos palabras que, cuando llegué al tramo donde pregonaba al Cristo y Señor de la Sangre, preso de la emoción y de los nervios, pronuncié ante el auditorio que, con expectación, esperaba lo que dijese sobre la sangre de mi devoción.
Mediante una circular de la dirección del nuevo Centro de Enseñanza Media San Fulgencio, se informaba el inicio del curso académico 1965/66, para las enseñanzas de Bachillerato Elemental que simultáneamente quedó establecida para las modalidades de diurno y nocturno, de modo que los jóvenes que estaban trabajando podían tener también la oportunidad de estudiar el Bachillerato.
Vuelvo a las noticias de las hemerotecas relacionadas con Écija, una vez que he podido preparar varias de las muchas encontradas y lo retomo con una publicada en El Diario de Alicante del día 16 de Abril de 1933, que nos informa de la justicia que, por su propia mano, se tomaron los familiares de una joven y dice así:
El día de san José, la Policía Municipal celebraba la festividad de su Patrón. Traemos para el recuerdo algunas instantáneas correspondientes a los actos celebrados el día 19 de marzo del año 1961. En una de ellas, la Policía Municipal con sus diferentes secciones: urbana, de tráfico, rurales y además los guardas de parques y jardines que posan en la plaza de Santa María tras la misa oficiada por el coadjutor y director espiritual don José Rejo.
Cuando llegó a mis manos la historia que, en parte, me dispongo a relatarles, relativa al jesuita ecijano Juan de Santiago y Almenara, me quedé un poco perplejo, no sólo por el contenido de sus hechos y acciones en pro de los ciudadanos cordobeses, sino porque en Écija, por lo menos yo no la conocía, no hubiésemos tenido noticias de tan magnas virtudes.
Nació en Écija, siendo bautizado el 28 de Junio de 1765, en la Parroquia Mayor de Santa Cruz, por Fray Domingo de Santa María, Prior Convento Carmelitas Descalzos de Écija en presencia del cura de dicha Parroquia Manuel Joaquín de Bonilla, imponiéndole los nombres de Juan de la Cruz María de los Dolores de la Soledad del Carmen del Valle de las Nieves del Socorro Pedro Pablo José León Francisco de Sales de Paula Ramón Cristóbal Elías Antonio del Smo. Nazareno, hijo de Jerónimo Fernández de Henestrosa y Cabrera y de Josefina Bernarda de Horcasitas Arias del Castillo y Quintanilla, Marqueses de Casa de Henestrosa; nieto por la línea paterna de los Sres. Don Juan José Fernández de Henestrosa y Cabrera, regidor perpetuo del Ayuntamiento de esta Ciudad y de Doña Jerónima de León Garavito Fernández de Córdoba y por la línea materna de D. Juan Francisco de Horcasitas, caballero de la Orden de Alcántara y del Consejo de SM y Doña Alonsa del Castillo y Quintanilla, Condes de Moriana, actuando como padrino José Francisco de Henestrosa (Libro de Bautismos 60, pagina 67 vuelta, Parroquia Mayor de Santa Cruz).
Estamos en plena Cuaresma 2017 y llevaba tiempo queriendo hacer un regalo a mis seguidores sobre temas ecijanos, tanto a los que le envío los mismos particularmente, como a los que tienen acceso a través de las web de Ciberecija y Páginadeunecijano.
En estas dos fotografías podemos contemplar una de las calles más populares de la ciudad de Écija a la que se accede por la Plaza de España (el salón). En ambas instantáneas observamos el edificio perteneciente al famoso Bazar Ecijano propiedad de don Antonio González. En el archivo histórico municipal consta que en 1891 se solicitó licencia de obras en dicho inmueble para la modificación de su fachada sobre edificaciones ya existentes, según proyecto presentado por don Francisco Torres Ruiz (Maestro Torres) 1. Estructuralmente está compuesto de dos casas, como consecuencia de la agrupación de las números 11 y 13 de la actual calle.