En el mes de Marzo del presente año de 2016, me pide mi joven amigo, Manolo Gómez García, como miembro de la Junta de Gobierno de la Hermandad de Nuestra Señora del Valle Coronada, colaboración para el boletín anual de la Hermandad.
Comenzamos este capítulo, cuando estamos a las puertas de que se marche el tan famoso verano ecijano, con una noticia aparecida en El Turolense de 8 de Junio de 1890, donde se recogía, dentro de las poblaciones más importantes de España, existían solamente cincuenta y seis poblaciones mayores de 20.000 habitantes, y entre ellas se encontraba nuestra Ciudad de Écija, que contaba a dicha fecha con 23.615 habitantes, siendo el único pueblo de la provincia de Sevilla que pasaba de los citados 20.000 habitantes, sin contar la propia capital que tenía a la citada fecha un número de 143.182 habitantes.
En el capítulo anterior hicimos mención del bandolero Pacheco y este lo vamos a comenzar con noticias sobre otro bandolero, concretamente El Pernales y recogemos una noticia que apareció en La Crónica Meridional de 15 de Marzo de 1907, que decía:
La sevillana ciudad de Écija cuenta con uno de los términos municipales más extenso de España, 974 kms, cuadrados, equivalentes a unas 97.000 hectáreas. El rio Genil transcurre por sus fértiles tierras de sur a norte regando huertas, olivares y numerosas fincas de su vega, lo que la hace una ciudad eminentemente agrícola, y a ello se une, que conserve uno de los más bellos conjuntos artístico de España. Se encuentra unida a través de la autovía N4 con Córdoba y Sevilla, haciendo de lazo de unión a estas dos provincias andaluza.
Continuamos nuestro peregrinar literario, aportando, en relación con Écija, todo aquello (hasta ahora no ha sido mucho todavía para lo que queda en mi archivo), que se publicó y figura a nuestra disposición en las hemerotecas españolas, que pueden constituir más o menos noticias interesantes sobre determinados hechos, de toda índole y este capítulo IV lo vamos a comenzar con lo encontrado del mes de Diciembre de 1748
Continuando con mi bonita labor (lo de bonita porque a la par que ustedes mis amigos lectores, yo me voy enterando igualmente de lo que relato, aporto o cuento) de recabar información sobre Écija, inicio este capítulo III con noticias relacionadas con las colonias creadas durante el reinado de Carlos III y que afectó, por la reducción de su término municipal, a nuestra Ciudad.
Siguiendo con la tarea que me propuse en el Capítulo I, de dar a conocer noticias relacionadas con Écija, empiezo este Capítulo II, con la publicación de 1676, relativa a Letras de los Villancicos que se cantaron en la Iglesia Parroquia de Santiago y que, en su portada, dice así:
En la Biblioteca Nacional de España, si usted es curioso y tiene interés en conocer algunas noticias relacionadas con Écija, dentro del apartado Biblioteca Virtual de Prensa Histórica , en Búsqueda, inserta usted el nombre de Écija y le aparecerán 32.261 resultados, se le irá abriendo la correspondiente ventana, donde no sólo puede leer sino imprimir las propias noticias.
Cuando estuve preparando para su publicación, lo que se tituló El Cronicón Ecijano , me causó sorpresa algunas decisiones de los sacerdotes, dimanantes de no serle reconocidos a alguno de ellos, los privilegios que tenían, ya fuere por su antigüedad o por el cargo que ostentaban, aunque ello, siguiendo con la lectura posterior de muchas notas encontradas, dejara de ser sorpresa por las diferencias que existía entre los miembros del propio clero ecijano, ya fuere por una u otra circunstancia.
Las obras de demolición y reconstrucción de la espadaña del Convento de San José, “las teresas” fueron promovidas por la Asociación de Amigos de Écija E3, a raíz de la ruina que presentaba.